Orad… por nosotros para que Dios nos abra una puerta a la Palabra, y podamos anunciar el Misterio de Cristo… Cfr. Colosenses 4:3 .

Muchas veces vemos puertas cerradas en nuestro camino.  Quisiéramos avanzar y parece que no podemos, o no vemos. ¿Qué hacer en ese momento? El mejor recurso que tenemos es la oración.  María es la maestra de oración, y ella nos abrirá la puerta para acceder a la unión con su Hijo y para que le acojamos en nuestro corazón en este tiempo de adviento y como Ella engendremos a Cristo en nuestro ser para ser portadoras y madres de todos los hombres, como lo fue Ella cuando dio a luz a su Hijo.

Cuando nos doblegamos de corazón ante el Dios Todopoderoso, podremos ver como él majestuosamente puede abrir puertas cerradas. María nos acompaña junto con su Hijo.

Hoy celebramos a María Inmaculada, la Virgen siempre abierta al plan de Dios. Ella vivió en gratuidad, acogiendo permanente la Palabra, meditándola en su corazón y haciéndola vida. Sin duda dejó al Señor que abriera su puerta para que entrará a sus anchas en su vida.

Hoy las Concepcionistas Franciscanas están de fiesta, celebrando a su Madre Inmaculada. Pero esa celebración es con la misma actitud de María, dejando a Cristo que nos abra la puerta de nuestra vida para vivir, en la contemplación, esa unión con el Señor, en el que encuentran cabida todos los hombres con sus necesidades, dolores, sufrimientos.

     Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. — Hebreos 11:1
Vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas. — Mateo 6:32
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. — Juan 15:7

Por eso, las puertas que parecen cerradas podrán recibir el golpe de gracia que las hará sacudirse para entonces abrirse de par en par. ¿Qué puerta cerrada vemos hoy ante nosotros?  ¿La puerta del cese de la pandemia? ¿La Puerta de ser esos recipientes que acojan la gracia como María? ¿La puerta de afianzarnos más en nuestra vocación contemplativa y de intercesión por todos los hombres?, ¿La Puerta de…?

No hay puerta que no ceda ante el poder de Dios y la intercesión de su Madre. Hoy, día de la Inmaculada, creo que veré puertas que se abren.

     Señor, yo no puedo abrir esas puertas cerradas, pero llego en oración ante ti y en tu tiempo tu las abrirás. Oye, Señor: y escucha a tu Madre.