El verano tiempo para ver cómo establecer metas espirituales. “Dar un paso atrás y darte cuenta de las bendiciones que Dios te ha dado.

     La vida es un camino en el que se dan momentos de difícil subida, otros de reconfortante bajada y también de tramos tranquilos por los valles. Momentos de sufrimiento que parecen no tener fin y otros de paz y tranquilidad, donde quisiéramos hacer nuestra tienda y quedarnos.

     Para encontrar el camino de gozo eterno y de felicidad subimos montañas y bajamos valles de la vida. En esta trayectoria debemos saber en dónde estamos.

     El escritor católico Burdick nos dice que es importante que cada uno audite su vida. Ello, te da poder sobre tu futuro colocándote firmemente sobre los cimientos de tu estado actual. Ordenar tus prioridades y te fundamenta en la realidad de lo que eres capaz de hacer ahora mismo para llegar a donde quieras estar.

    Nos dice que, una buena auditoria de vida ayuda a:

– Controlar tu salud mental y física.

– Mantiene las relaciones positivas y tiene a raya las negativas.

– Construye la base para poder perseguir objetivos mientras permite buscar la felicidad en el trabajo de cada día

– Lo mas importante, acerca a Dios a través de puntos de control espirituales.

El autor nos dice:

     Pasa un buen rato enfocándote en las cosas positivas que te han pasado; después, otro tiempo para pensar en las cosas de tu vida que has dejado en un segundo plano y…finalmente abordar con total honestidad las cosas que te preocupan, te estresan e incluso te impiden dormir algunas noches.

     Con todo ese examen puedo ver si mi estado actual es positivo, negativo o indiferente. Si hay mas cosas positivas, mi vida está bien, si por el contrario hay mas negativas, necesito averiguar cómo cambiarlas al lado positivo.

     Se puede concluir dando gracias a Dios por los aspectos positivos de la vida.

     Pidiendo a Dios ayuda con los aspectos con los que se está luchando.

     Y, orando con más intensidad, porque cuando la oración es una prioridad, estoy mas dispuesta a aceptar cualquier cosa que se me presente, ya sea negativa o positiva.