Nosotras, desde nuestro Monasterio, sentimos un gozo especial ya que dos de ellas eran hijas de nuestra tierra, por eso, el día 22 de junio, algunas acudiremos a la Catedral de la Almudena, con otras muchas hermanas, día señalado para su beatificación, para alabar a Dios por esta gran gracia.
Sor María Jesús Díez Recio
Esta hermana era natural de Moradillo del Castillo, que es una diminuta aldea que vive casi oculta en un bello y agreste rincón de la prvincia burgalesa.
Sor María Asunción Pascual Nieto
Vio la luz a este mundo en Villorobe, que era una modesta aldea burgalesa a 38 kilómetro de la capital, entre la Sierra de la Demanda y Montes de Oca. Y aunque dicho pueblo no existe, pues en el año 1974 el gobierno decidió construir un pantano sobre el rio Arlanzón para abastecer de agua a la capital burgalesa.
Hoy, como ayer, nos fijamos en hermanas silenciosas, abnegadas, entregadas que supieron y saben ser vallientes en el momento de la prueba y desde el dolor, la oscuridad, como María en su vida de fe, caminan valientes en el «SI» de cada día y si llega el momento en el «Sí total»
¡Gloria a Dios por todo ello! Que Santa Beatriz de Silva las acoja en el cielo como hijas suyas, que supieron, como ella, mirar a la Inmaculada y desde Ella, seguir a Cristo!
Después de la canonización de nuestra Madre Fundadora Santa Beatrizde Silva, son las primeras hermanas que vemos subir a los altaras; – aunque contamos con grandes místicas y escritoras, junto con hermanas entregadas heróicamente al Amor, – estas hermanas han cogido la delantera y esperamos verlas pronto santas, proclamadas por la Iglesia, siendo modelo para tantas concepcionistas que caminamos como ellas, en el seguimiento de Cristo, desde Mría Inmaculada.